Los smartwatches y las smartbands son dispositivos que nos acompañan en el día a día y para muchas personas se han convertido en un elemento imprescindible. Sin embargo, algunos entornos pueden dañar estos wearables: uno de los mayores enemigos de un smartwatch o una smartband es la sauna.
Con estos complementos podemos llevar a la perfección el control de los entrenamientos o monitorizar el oxígeno en sangre o las pulsaciones. Muchos de ellos son resistentes al calor, al agua, a la lluvia y a la humedad. Pero entrar con un smartwatch a la sauna podría provocar daños irreparables en el dispositivo.
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Los wearables y el agua
La mayor parte de smartwatches y smartbands del mercado están preparadas para resisten el agua. Nadar o ducharse con estos dispositivos es algo habitual, lo mismo que utilizarlos bajo la lluvia. Por ese motivo cuentan con certificados IP que garantizan su impermeabilidad al agua, el polvo y otros elementos como la arena.
Por tanto, si el wearable se moja, se salpica o se sumerge en el agua generalmente no es un problema. Pero entrar en la sauna con el dispositivo sí lo es: a continuación te contamos todo.
La sauna, el peor enemigo de un wearable
La sauna es ideal para acelerar la recuperación muscular o eliminar toxinas. Es normal que muchas personas entren a la sauna llevando aún su smartwatch o smartband con la que han estado haciendo deporte, pero esto es un error.
Calor excesivo
Las saunas suelen operar entre los 70 °C y 100 °C, lo cual excede el rango de temperatura segura para la mayoría de los dispositivos electrónicos, incluidos los smartwatches.
Las baterías de litio, presentes en la mayoría de estos dispositivos, pueden verse afectadas negativamente por el calor extremo, lo que puede disminuir su vida útil, causar un sobrecalentamiento o incluso provocar daños permanentes.
Condensación y humedad
Aunque muchos smartwatches son resistentes al agua, la alta humedad en una sauna puede generar condensación dentro del dispositivo. La combinación de vapor y calor puede causar que el agua se filtre en zonas sensibles del smartwatch, como la pantalla o los circuitos internos, provocando corrosión o fallos en el funcionamiento.
Daño a los sensores
Los smartwatches están equipados con sensores que miden la frecuencia cardíaca, temperatura corporal y otros datos biométricos. La alta temperatura y el vapor de la sauna pueden afectar a la precisión de estos sensores o dañarlos.
Además, el calor podría causar un mal funcionamiento en las pantallas táctiles o en otros mecanismos interactivos del dispositivo.
¿Hay alguna alternativa?
La alternativa más fiable es que tu smartwatch o smartband disponga de algún tipo de grado de resistencia militar. Esto es habitual en smartphones resistentes, pero algo menos habitual en wearables. Al tener este grado de resistencia, el dispositivo soportará altas temperaturas, por lo que podría resistir dentro de una sauna sin poner en riesgo su funcionamiento.
En MASMOVIL esperamos haberte ayudado a alargar la vida de tu smartwatch o smartband. Recuerda no utilizar tu wearable en entornos extremos como la sauna para evitar que se dañen de manera irreversible.